viernes, 9 de marzo de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 3 DE MARZO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
3 de marzo



Si Cristo hubiera rehusado padecer por nosotros, hubiera pasado a la historia como un gran farsante, nadie le hubiera creído. Pero no fue así y eso es lo nos demuestra su divinidad, nos convence de la sinceridad de sus palabras, cuando nos dice que nos ha amado.

Cristo fue el que enseñó que el verdadero amor todo lo aguanta, todo lo perdona, todo lo encubre, todo lo disimula, todo lo soporta, todo lo calla, todo lo sufre, todo lo olvida y jamás se resiente, no guarda rencor, no es vengativo, no se aprovecha, no hace sufrir.



* P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 2 DE MARZO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
2 de marzo



Es fácil decir que amamos; ya no resulta tan fácil demostrar que es verdad.

La prueba más contundente del amor nos la dio Cristo, pues llegó hasta donde él dijo que había que llegar: hasta dar la vida por la persona que decimos que amamos.

No basta pedirle a ella que muera por nosotros; sino llegar hasta morir nosotros por ella.


* P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 1 DE MARZO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
1 de marzo




Creo, Señor, que por ser hombre tuviste amigos. Creo, Señor, en tus ansias de amor a los desorientados y perdidos.

Creo, Señor, que lloraste junto a Lázaro, porque sentías afecto humano.

Creo, Señor, que curaste a los leprosos, no para que creyeran en Ti, sino porque eran enfermos y sufrían.

Creo, Señor, que pediste que pasara tu cáliz, porque fue duro tu sufrir, pero nos quisiste salvar.

Creo, Señor, que te diste a la cruz, porque un hombre tenía que morir por todos.

Creo, Señor, que siempre nos perdonas, porque nunca sabemos lo que hacemos.

Creo, Señor, solamente Tú conoces cuál es el trigo y cuál es la cizaña.

Yo te pido que el día de mañana, pongas a tu derecha a la buena mano que se apoyó en la mía, al amigo que aguantó mi mal carácter...
al que en mi soledad me acompañó, 
y al que mis defectos disimuló; 
al sordo que desoyó mi insulto;
al mendigo que perdonó mi pan;
al deudor que perdonó mi prisa;
al amigo que no rechazó mi afecto;
al vendedor que, paciente, me esperaba;
a la criada que, sonriente, me complació;
al vecino que me sonreía con simpatía;
al portero que me puso buena cara;
al acreedor que me esperaba,
al que a mis insultos no hacía caso;
al mi padre por tan oportunas
reprimendas;
a mi madre que mis faltas encubría; 
a mis hermanos por peleas tan tremendas,
y sin embargo, al rato ya ni recordadas
a los que soportan mis impertinencias
y les pesa por haberme hecho mal;
al que puso una firma compasiva,
al que restó importancia a mi pecado,
al que esperó demasiado,
 a los que saben que no soy santo.
Gracias, Señor, porque tuyo es 
el éxito logrado.
Gracias por el dolor que me ha herido,
y aunque yo no lo haya querido,
me ha llevado hacia el camino
de la escuela silenciosa
de tu cruz redentora.



* P. Alfonso Milagro

jueves, 1 de febrero de 2018

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 1 DE FEBRERO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
1 de Febrero




Cristo dice en el Evangelio que él es la luz. El que no lo sigue, camina en tinieblas, con todas las angustias e incertidumbres que llevan consigo las tinieblas.

El que no sigue a Cristo, no halla explicación para muchas cosas de la vida, se siente embargado por mil problemas sin solución; se le plantean centenares de interrogantes a los que nada ni nadie puede responder.

En cambio, cuando Cristo aparece en la vida, es como cuando se hace la luz, uno encuentra en él la paz, la seguridad, la orientación.



* P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 1 DE FEBRERO


Los cinco minutos de María
Febrero 1



Dice el Evangelio que Cristo vino a este mundo a traernos la Vida, la verdadera Vida de Dios en nosotros. Cristo es esa Vida y esa Vida ha venido a nosotros por María.

El que vive esa Vida divina es más hijo de Dios y es más hijo de María, nada hay más importante y decisivo para el cristiano que vivir la vida de Dios, y desde ese “lugar”, desde esa experiencia, contemplar y vivir todo lo demás.

Para vivir esa vida divina nos ayudará poderosamente la vigilancia y protección de la Santísima Virgen, tratando de imitar sus virtudes en todos nuestros actos, no olvidando recurrir a ella con frecuentes y fervientes plegarias.

Ven, Espíritu Santo, y ayúdanos a crecer en el silencio y la contemplación como María, para que sepamos conservar y meditar en nuestro corazón las palabras de Jesús.



* P. Alfonso Milagro

PRIMER VIERNES DEL MES DE FEBRERO 2018, SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


 PRIMER VIERNES DEL MES DE FEBRERO 
DEDICADO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS




BREVE CONSIDERACIÓN.- Jesús habla a su sierva Margarita María de Alacoque:"Es tanta mi satisfacción al contemplar tu corazón, hija mía, que quisiera ponerme en su lugar y servirte Yo mismo de corazón.... Te irás, pues, sin corazón; el tuyo no saldrá jamás de aquí. Lo he de llenar con un báslsamo precioso, que alimentará el fuego del amor. Y todo cuanto sufras por mi causa, ponlo en mi Sagrado Corazón, a fin de que, por mi gracia, sirva de aceite de esa lámpara, y seas eternamente consumida, de esta suerte, por mi amor"





ORACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS 

Yo te suplico, Jesús mío, que no  me hagas conforme a la vida (la cual, según nuestros sentidos, es vida de muerte) que llevas en el Santísimo Sacramento, donde te haces obediente hasta el aniquilamiento a la sola voz del Sacerdote. Haz, Salvador mío, que en honra de tu obediencia y anonadamiento, sea yo también humilde y obediente por amor y para gloria de tu Sagrado Corazón.

Por Ti, Jesús, sacrifico mi libertad y mi propia voluntad a la tuya, y esto sin reservas. Detesto de todo corazón y renuncio  los respetos, repugnancias y desabrimientos que me sugiera  el amor prohibido, en cuanto me sea mandado o prohibido.

Este es el contrato que mi corazón hace con el tuyo,  !Oh Divino Jesús!, de obrar en todo por amor y con humildad, pues quiero vivir y morir en este ejercicio de amor perfecto. Suplícote que te hagas dueño de mi corazón y de cuanto pueda darte gloria en mí, en el tiempo y en la eternidad. Amén.

(Santa Margarita María de Alacoque.)


SEGUNDA PROMESA:
"Les daré mucha paz en sus familias"


(Recitemos las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús en gratitud a la promesa y para que se cumpla en nosotros...)

Bendigamos a Jesús por esta preciosa promesa, y  pidámosle la cumpla con todos sus apóstoles, recitando las Letanías del Sagrado Corazón de Jesús.
V: Señor, ten piedad de nosotros.
R: Señor, ten piedad de nosotros.
V: Cristo, ten piedad de nosotros.
R: Cristo, ten piedad de nosotros.
V: Señor, ten piedad de nosotros.
R: Señor, ten piedad de nosotros.
V: Cristo, óyenos.
R: Cristo, óyenos.
V: Cristo, escúchanos.
R: Cristo, escúchanos.

V: Dios, Padre celestial,
R: ten piedad de nosotros.
V: Dios Hijo, Redentor del mundo,
R: ten piedad de nosotros.
V: Dios Espíritu Santo,
R: ten piedad de nosotros.
V: Trinidad Santa, un solo Dios,

R: ten piedad de nosotros.

V: Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre.
R: Ten piedad de nosotros.
V: Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el
seno de la Virgen María, R/.
Corazón de Jesús, unido substancialmente al
Verbo de Dios, R/.
Corazón de Jesús, de majestad infinita, R/.
Corazón de Jesús, templo santo de Dios, R/.
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo, R/.
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo, R/.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y amor, R/.
Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad, R/.
Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor, R/.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor, R/.
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, R/.
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza, R/.
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones, R/.
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros
de la sabiduría y la ciencia, R/.
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud
de la divinidad, R/.
Corazón de Jesús, en quién el Padre halló sus
complacencias, R/.
Corazón de Jesús, en cuya plenitud todos hemos recibido, R/.
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados, R/.
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia, R/.
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan, R/.
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad, R/.
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados, R/.
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos, R/.
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte, R/.
Corazón de Jesús, traspasado por una lanza, R/.
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra, R/.
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra, R/.
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores, R/.
Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan, R/.
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren
y esperan, R/.
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos, R/.

V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: perdónanos, Señor.

V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: óyenos, Señor.
V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: ten piedad y misericordia de nosotros.
V: Jesús, manso y humilde de corazón,
R: haz nuestro corazón semejante al Tuyo.
V: Sagrado Corazón de Jesús,
R: en Vos confío.

V: Sagrado Corazón de María,
R: salvad el alma mía.

V: Jesús y María os quiero con toda mi alma,
R: salvad almas y salvad el alma mía.


UNA PALABRA DE MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE A SUS HERMANOS ASOCIADOS: "Así como Jesús está celoso de vuestro corazón, estadlo también vosotros del suyo ternísimo, amándole, como a nadie, en la tierra; y para probárselo, no perdaís jamás una sola Comunión, lo que regocijará grandemente al Amado, entristeciendo y confundiendo mucho al enemigo"

(UN PADRE NUESTRO Y AVEMARÍA POR LOS AGONIZANTES Y PECADORES)




ACTO DE CONSAGRACIÓN
SE SOR MARÍA DEL DIVINO CORAZÓN

Amabilísimo Jesús, yo me consagro de nuevo y sin reserva a tu Divino Corazón. Te consagro mi cuerpo con todos sus sentidos, mi alma con todas sus potencias y mi ser todo entero. Te consagro mis pensamientos, palabras, obras, todos mis sufrimientos y trabajos, todas mis esperanzas, consuelos y alegrías. Especialmente te consagro mi pobre corazón para que no ame sino a Ti y se consuma como víctima en las llamas de tu amor. Acepta, !oh Corazón divino!, el deseo que tengo de consolarte y de pertenecerte para simpre. Toma de tal manera posesión de mí, que yo no tenga otra libertad que la de amarte, ni otra vida que sufrir y morir por Ti. Pongo en Ti toda mi confianza, una confianza sin límites, y espero de tu misericordia infinita perdón de todos mis pecados. Deposito en tus manos todos mis intereses, principalmente el de mi salvación eterna.

Prometo amarte y honrarte hasta el último momento de mi vida, y ayudado de tu divina gracia, prometo propagar con celo ardiente el culto de tu Sacratísimo Corazón. !Oh divino Corazón de Jesús!, dispón de mí como te agrade, no quiero más recompensa que tu mayor gloria y tu santo amor. Concédeme la gracia de hacer mi morada en tu Sacratísimo Corazón; allí es donde quiero pasar los días de mi vida y exhalar mi último suspiro.

Haz también de mi  corazón tu morada y el lugar de tu reposo, para quedarnos así íntimamente unidos, hasta que un día pueda yo alabarte, amarte y poseerte por toda la eternidad y cantar para siempre las misericordias de tu dulcísimo Corazón. Amén


Corazón Divino de Jesús, ten misericordia de nosotros (Tres veces)

Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros.

San José, Ruega por nosotros.

Santa Margarita María de Alacoque, ruega por nosotros.