domingo, 3 de marzo de 2024

ESTAS DOS ORACIONES PUEDES REZAR A SAN JOSÉ PARA EL MOMENTO DE LA COMUNIÓN



Estas 2 oraciones puedes rezar a San José para el momento de la Comunión

Por Abel Camasca


En el marco del mes de San José, cuya solemnidad es el 19 de marzo, les compartimos dos oraciones para rezar antes y después de la Comunión y así acoger con alegría a Cristo, tal como hizo este gran santo cuando abrazó y cuidó al Niño Dios.

Según se puede ver en un video publicado por la prelatura del Opus Dei, en cierta ocasión, un padre de familia le pidió a San Josemaría Escrivá que les hablara a todos los presentes reunidos con él sobre la devoción a San José. 

El fundador del Opus Dei se emocionó e indicó que este gran patriarca es la “criatura humana más excelente después de Santa María” y que “el Señor lo escogió desde la eternidad para que le hiciera las veces de padre”.

Al respecto, San Josemaría describió que San José era un hombre fuerte, bello en cuerpo y alma, trabajador y con grandes cualidades morales. Además, resaltó que él le enseñó muchas cosas a Jesús y lo protegió cuando era niño.  

Más adelante recordó unas oraciones en la que se resalta el amor paternal de San José por el pequeño Jesús y de cómo lo abrazaría y lo besaría. En este sentido, precisó que la vida interior, que buscamos cultivar como católicos, implica querer a San José, ya que “la vida interior es el trato con María y con Jesús”, algo en lo que él tiene gran experiencia.

“¿Quién ha tratado más a Dios y la Madre de Dios que José, el santo patriarca? Ninguno. Por eso le queremos tanto y acudimos a él, y luego porque es muy poderosa su intercesión”, indicó San Josemaría Escrivá.

Por otro lado, el sitio web del Opus Dei presenta junto a este video de su fundador dos oraciones a San José: una para antes de recibir la Comunión y otra para después de comulgar. Las cuales se las compartimos a continuación.


1. Oración a San José antes de la Comunión

¡Oh feliz varón, bienaventurado José, a quien le fue concedido no sólo ver y oír al Dios a quien muchos reyes quisieron ver y no vieron, oír y no oyeron; sino también abrazarlo, besarlo, vestirlo y custodiarlo!

V/ Ruega por nosotros, bienaventurado José.

R/ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

Oración: Oh Dios, que nos concediste el sacerdocio real; te pedimos que, así como san José mereció tratar y llevar en sus brazos con cariño a tu Hijo unigénito, nacido de la Virgen María, hagas que nosotros te sirvamos con corazón limpio y buenas obras, de modo que hoy recibamos dignamente el sacrosanto cuerpo y sangre de tu Hijo, y en la vida futura merezcamos alcanzar el premio eterno. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


2. Oración a San José después de la Comunión eucarística

Custodio y padre de vírgenes San José, a cuya fiel custodia fueron en­co­men­dadas la misma inocencia Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María: por estas dos que­ri­dísimas prendas, Jesús y María, te ruego y te suplico me alcances que, preservado de toda impureza, sirva siempre con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.

IMÁGENES DE JESÚS EUCARISTÍA

 

























miércoles, 21 de febrero de 2024

MEDITACIONES DIARIAS DE CUARESMA - 2024

 



Meditaciones Cuaresmales de Santo Tomás de Aquino

1- LA MUERTE

Miércoles de Ceniza

«Por un hombre entró el pecado en este mundo, y por el pecado, la muerte» (Rom 5, 12). La culpa original y la actual es removida por Cristo, esto es, por el mismo por quien se quitan también defectos corporales, conforme a aquello del Apóstol: Vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu, que mora en vosotros (Rom 8, 11).






2- EL AYUNO

Jueves después de Ceniza

El ayuno se ordena a dos cosas: a borrar el pecado y a elevar el espíritu a las cosas sobrenaturales. Por eso debieron prescribirse los ayunos, especialmente en aquellos tiempos en que convenía que los hombres se purificaran del pecado y se elevase la mente de los fieles a Dios, por la devoción.


3- LA CORONA DE ESPINAS

Viernes después de Ceniza

«Salid, y ved, hijas de Sión, al rey Salomón con la corona, con que le coronó su madre en el día de su desposorio, y en el día de la alegría de su corazón» (Cant 3, 11). Es la voz de la Iglesia, que invita a las almas de los fieles a contemplar cuán admirable y precioso es su esposo.

4- EL GRANO DE TRIGO

Sábado después de Ceniza

«Sí el grano de trigo, que cae en la tierra, no muriere, él solo quedará» (Jn 12, 24). El Verbo de Dios es semilla en el alma del hombre, por cuanto entra en ella por la voz sensible para producir fruto de buenas obras, como dice San Lucas: «La simiente es la palabra de Dios» (8, 11).

5- FUE CONVENIENTE QUE CRISTO FUERA TENTADO

I Domingo de Cuaresma

«Jesús fue llevado al desierto por el espíritu, para ser tentado por el diablo» (Mt 4, 1). Cristo quiso ser tentado: Para darnos un auxilio contra las tentaciones. Para que estuviéramos prevenidos, de modo que nadie, por santo que fuese, se creyera seguro e inmune de tentación.

6- CRISTO DEBIÓ SER TENTADO EN EL DESIERTO

Lunes de la semana I de Cuaresma

«Estuvo en el desierto cuarenta días y cuarenta noches, y le tentó Satanás» (Mc 1, 13).

7- CÓMO SOBRELLEVÓ CRISTO TODOS LOS SUFRIMIENTOS

Martes de la semana I de Cuaresma

Cristo sufrió por sus amigos que lo abandonaban; en su reputación, por las blasfemias proferidas contra él; en su honra y gloria, por los escarnios y afrentas que se le causaron; en sus cosas, porque hasta fue despojado de sus vestiduras; en su alma, por la tristeza, tedio y temor, y en su cuerpo, por las heridas y azotes.

8- INTENSIDAD DEL DOLOR DE CRISTO EN LA PASIÓN

Miércoles de la semana I de Cuaresma

«Atended, y mirad si hay dolor como mi dolor» (Lam 1, 12). En Cristo paciente hubo el dolor verdadero sensible, que es causado por algún daño corporal; y también el dolor interior, producido por la percepción de algún daño, que se llama tristeza.

9- FUE CONVENIENTE QUE CRISTO FUERA CRUCIFICADO ENTRE DOS LADRONES

Jueves de la semana I de Cuaresma

Cristo fue crucificado, entre ladrones, porque así convenía en cuanto a la intención de los judíos, y también en cuanto a la ordenación de Dios. San Agustín dice: «Si te fijas, la misma cruz fue tribunal; porque en medio se encuentra el juez; a un lado el que creyó y fue liberado, y al otro, el que insultó y fue condenado».


10- LA LANZA Y LOS CLAVOS DE NUESTRO SEÑOR

Viernes de la semana I de Cuaresma

«Uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y salió luego sangre y agua» (Jn 19, 34). La Escritura dice de un modo expresivo abrió, y no hirió, porque por este costado se nos abre la puerta de la vida eterna. «Después de esto miré; y vi una puerta abierta» (Apoc 4, 1).


11- CARIDAD DE DIOS EN LA PASIÓN DE CRISTO

Sábado de la semana I de Cuaresma

«Mas Dios hace brillar su caridad en nosotros; porque, aun cuando éramos pecadores, en su tiempo murió Cristo por nosotros (Rom 5, 8-9)». «Cristo murió por los impíos» (Rom 6). Esto es grande si considerarnos quién murió; es grande también, si considerarnos por quienes murió. «Porque apenas hay quien muera por un justo» (Rom 7).


12- DIOS PADRE ENTREGÓ A CRISTO A LA PASIÓN

II Domingo de Cuaresma

«El que aun a su propio Hijo no perdonó, sino que lo entregó por todos nosotros» (Rom 8, 32). Cristo no fue deudor de la muerte por necesidad; sino por amor a los hombres, en cuanto que quiso la salvación humana; y por amor a Dios, en cuanto quiso cumplir su voluntad, como dijo el mismo Cristo: «Mas no como yo quiero, sino como tú» (Mt 26, 39).


13- FUE CONVENIENTE QUE CRISTO PADECIESE DE PARTE DE LOS GENTILES

Lunes de la semana II de Cuaresma

«Lo entregarán a los gentiles para que le escarnezcan, y azoten y crucifiquen» (Mt 20, 19). Cristo, para manifestar la abundancia de su caridad, por la que padecía, puesto en la Cruz, pidió perdón por sus perseguidores; y por esto, para que el fruto de esta petición llegase a los, judíos y a los gentiles, quiso Cristo padecer por parte de los unos y de los otros.


14- LA PASIÓN DE CRISTO CAUSÓ NUESTRA SALVACIÓN POR MODO DE MERECIMIENTO

Martes de la semana II de Cuaresma

A Cristo se dio la gracia no solamente como a persona singular, sino también en cuanto es cabeza de la Iglesia, para que se derramase a los miembros; y por consiguiente, las obras de Cristo se encuentran, tanto con respecto a sí mismo cuanto a los miembros, en la misma relación en que

se encuentran las obras de otro hombre, constituido en gracia, con respecto a sí mismo.



15- LA PASIÓN DE CRISTO CAUSÓ NUESTRA SALVACIÓN POR MODO DE SATISFACCIÓN

Miércoles de la semana II de Cuaresma

«Y él es propiciación por nuestros pecados; y no tan sólo por los nuestros, mas también por los de todo el mundo» (I Jn 2, 2). Satisface propiamente por una ofensa el que da al ofendido lo que ama tanto, o más, como aborrece la ofensa. Pero Cristo, padeciendo por caridad y obediencia, ofreció a Dios algo mayor que lo que exigía la compensación de toda la ofensa del género humano.



16- LA PASIÓN DE CRISTO OBRÓ A MODO DE SACRIFICIO

Jueves de la semana II de Cuaresma

Se llama propiamente sacrificio una cosa hecha en honor de Dios con el fin de aplacarlo, y de ahí viene lo que dice San Agustín: «El verdadero sacrificio es toda obra que se hace para unirnos a Dios en santa hermandad, referida a aquel fin del bien con el que podemos ser verdaderamente bienaventurados».


17- FIESTA DE LA SÁBANA SANTA

Viernes de la semana II de Cuaresma

«Y tomando José el cuerpo, le envolvió en una sábana limpia, y lo puso en un sepulcro suyo nuevo» (Mt 27, 59-60). Por esta sábana se simbolizan misteriosamente tres cosas: 1º) La carne inmaculada de Cristo. 2ª) Se significa la Iglesia que no tiene mancha ni arruga. Y 3º) Se expresa la conciencia limpia, donde Cristo reposa.


18- LA PASIÓN DE CRISTO OBRÓ NUESTRA SALVACIÓN POR MODO DE REDENCIÓN

Sábado de la semana II de Cuaresma

«Sabiendo que habéis sido rescatados de vuestra vana conversación, que recibisteis de vuestros padres, no por oro ni por plata, que son cosas perecederas, sino por la preciosa sangre de Cristo, como de un cordero inmaculado y sin mancilla» (1 Ped 1, 18).


19- LA PASIÓN DE CRISTO NOS LIBRÓ DEL PECADO

III Domingo de Cuaresma

«Nos amó y nos lavó de nuestros pecados con su sangre» (Apoc 1, 5). Puesto que la Pasión de Cristo precedió como cierta causa universal del perdón de los pecados, es necesario que sea aplicada a cada uno para borrar los pecados propios. Esto se hace por el bautismo, la penitencia y otros sacramentos que reciben la virtud de la Pasión de Cristo.


20- LA PASIÓN DE CRISTO NOS LIBRÓ DEL PODER DEL DIABLO

Lunes de la semana III de Cuaresma

«Cuando ya estaba próxima la Pasión, dijo el Señor: Ahora será lanzado fuera el príncipe de este mundo. Y si yo fuere alzado de la tierra, todo lo atraeré a mí mismo» (Jn 12, 31-32). Fue alzado de la tierra por la Pasión de la Cruz. Luego por ella fue despojado el diablo del poder que tenía sobre los hombres.


21- CRISTO, VERDADERO REDENTOR

Martes de la semana III de Cuaresma

«Habéis sido rescatados… por la preciosa sangre de Cristo, como de un cordero inmaculado» (1 Ped 18-19). Por el pecado del primer padre todo el género humano se había separado de Dios, como dice San Pablo a los de Éfeso (2, 12), pero no del poder de Dios, sino de la visión del rostro de Dios, a la que son admitidos los hijos y domésticos.


22- PRECIO DE NUESTRO RESCATE

Miércoles de la semana III de Cuaresma

«Comprados fuisteis por grande precio» (1 Cor 6, 20). En Cristo la dignidad de la persona es infinita, porque es una persona divina. Luego cualquier sufrimiento suyo, por mínimo que sea, es infinito. De ahí que cualquier sufrimiento suyo bastara para la redención del género humano, aun sin la muerte.


23- PREDICACIÓN DE LA SAMARITANA

Jueves de la semana III de Cuaresma

«La mujer, pues, dejó su cántaro, y se fue a la ciudad» (Jn 4, 28). Esta mujer, después de haber sido instruida por Cristo, tomó el oficio de los Apóstoles.


24- POR LA PASIÓN DE CRISTO FUIMOS LIBRADOS DE LA PENA DEL PECADO

Viernes de la semana III de Cuaresma

«En verdad tomó sobre sí nuestras enfermedades y él cargó con nuestros dolores» (Is 53, 4). La Pasión de Cristo nos libró del reato de la pena, de dos maneras: 1º, directamente, puesto que la Pasión de Cristo fue una satisfacción suficiente y superabundante por los pecados de todo el género humano. 2º, indirectamente, por cuanto la Pasión de Cristo es causa del perdón del pecado.


25- POR LA PASIÓN DE CRISTO FUIMOS RECONCILIADOS CON DIOS

Sábado de la semana III de Cuaresma

«Fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo» (Rom 5, 10). Fue un bien tan grande el haber padecido Cristo voluntariamente por nosotros, que a causa de este bien encontrado en la naturaleza humana, ha sido aplacado Dios respecto de toda ofensa del género humano, con relación a los que se unen a Cristo paciente por la fe y la caridad.


26- CRISTO CON SU PASIÓN NOS ABRIÓ LA PUERTA DEL CIELO

IV Domingo de Cuaresma

«Por tanto, hermanos, teniendo confianza de entrar en el Santuario por la sangre de Cristo» (Hebr 10, 19). Cristo nos mereció con su Pasión la entrada en el reino celestial y removió el obstáculo; pero, por su ascensión, nos introdujo, por decirlo así, en la posesión del reino celestial. Por eso se dice que «subirá delante de ellos el que les abrirá el camino» (Miq 2, 13).


27- CRISTO MERECIÓ, POR SU PASIÓN, SER ENSALZADO

Lunes de la semana IV de Cuaresma

Dice el Apóstol a los Filipenses (2, 8-10): «Se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también lo ensalzó, y le dio un nombre, que es sobre todo nombre, es decir: para que sea llamado Dios por todos y todos le tributen reverencia como a Dios. Para que al nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y en los infiernos».


28- EJEMPLO DE CRISTO CRUCIFICADO

Martes de la semana IV de Cuaresma

Cristo tomó la naturaleza humana para reparar la caída del hombre. Fue, por lo tanto, necesario que Cristo padeciese y ejecutase según la naturaleza humana todo aquello que puede darse como remedio contra la caída del pecado. Mas Cristo padeció por nosotros, dejando ejemplo de tribulación, de afrentas, de azotes, de cruz, para que sigamos sus pisadas.


29- EL AMIGO DIVINO

Miércoles de la semana IV de Cuaresma

«Enviaron, pues, sus hermanas a decir a Jesús: Señor, he aquí que el que amas está enfermo» (Jn 11, 3). Los amigos de Cristo son a veces afligidos corporalmente, Por esto no es una señal de que uno no es amigo de Dios, si alguna vez es afligido corporalmente. «Al que ama el Señor, lo castiga, y se complace en él, como un padre en su hijo» (Prov. 3,12).


30- MUERTE DE LÁZARO

Jueves de la semana IV de Cuaresma

«Vino, pues, Jesús, y halló que había ya cuatro días que estaba en el sepulcro» (Jn 11, 17). Según San Agustín, Lázaro, muerto de cuatro días, representa al hombre pecador retenido por la muerte de cuatro pecados: 1º, del pecado original; 2º, el pecado actual contra la ley natural; 3º, el pecado actual contra la ley escrita; 4º, el pecado actual contra la ley del Evangelio y de la gracia.

31- LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DEL SEÑOR

Viernes de la semana IV de Cuaresma

«Por la sangre de Cristo fue confirmado el nuevo Testamento. Este cáliz es el Nuevo Testamento en mi sangre» (1 Cor 11, 25). Así como el antiguo testamento o pacto fue confirmado con la sangre figurativa de los toros, del mismo modo el nuevo testamento o pacto fue confirmado con la sangre de Cristo, que fue derramada por la Pasión.

32- NO EXISTIÓ OTRO MODO MÁS CONVENIENTE QUE LA PASIÓN DE CRISTO PARA LIBRAR AL GÉNERO HUMANO

Sábado de la semana IV de Cuaresma

Por esto nos dio ejemplo de obediencia, humildad, constancia, justicia y demás virtudes, manifestadas en la Pasión de Cristo, las cuales son necesarias para la salvación humana. Por eso se dice: «Cristo padeció también por nosotros, dejándoos ejemplo para que sigáis sus pisadas» (1 Ped 2, 21).

33- LA PASIÓN DE CRISTO

V Domingo de Cuaresma

«Como Moisés levantó la serpiente en el desierto; así también es necesario que sea levantado el Hijo del hombre; para que todo aquél que crea en él, no perezca, sino que tenga vida eterna» (Jn 3, 14-15)

34- LA PASIÓN DE CRISTO ES REMEDIO CONTRA LOS PECADOS

Lunes de la semana V de Cuaresma

Una vez abierto el costado de Cristo, fue abierta la puerta del paraíso, y una vez derramada su sangre, fue lavada la mancha, aplacado Dios, destruida la enfermedad, expiada la pena y los desterrados llamados al reino. Por eso, le dijo al instante al ladrón: «Hoy estarás conmigo en el paraíso» (Lc 23, 43)

35- SEPULTURA DE CRISTO

Martes de la semana V de Cuaresma

Así como la muerte de Cristo obró eficientemente nuestra salvación, así también su sepultura. Por lo cual dice San Jerónimo: «Resucitamos por la sepultura de Cristo». Porque Cristo, siendo sepultado entre los muertos, demostró haber sido libre, porque su encerramiento en el sepulcro no pudo impedir que saliese de él resucitado.

36- SEPULTURA ESPIRITUAL

Miércoles de la semana V de Cuaresma

El alma del hombre debe primero morir a este mundo con Cristo, y después ser sepultada con él en el secreto de la contemplación divina. Por eso dice el Apóstol: «Porque estáis ya muertos a las cosas vanas y caducas, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios» (Col 3, 3).

37- LA MAYOR SEÑAL DEL AMOR DE CRISTO

Jueves de la semana V de Cuaresma

Ciertamente la dádiva del cuerpo de Cristo en el sacramento es una figura del amor con que Dios nos ama en la patria; mas su Pasión pertenece al mismo amor de Dios, que nos saca de la perdición para llevarnos a la patria. No obstante el amor de Dios no es mayor en el cielo de lo que es al

presente.

38- COMPASIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA

Viernes de la semana V de Cuaresma

«Una espada traspasará tu alma de ti misma» (Lc 2, 35). Aun cuando la Santísima Virgen conoció por la fe que Dios quería que Cristo padeciese, y conformó su voluntad al querer divino, como hacen los perfectos, la Bienaventurada estaba triste por la muerte de Cristo, por cuanto la voluntad inferior repugnaba esa cosa particularmente querida, y esto no es contrario a la perfección.

39- CÓMO DEBEMOS LAVARNOS LOS PIES LOS UNOS A LOS OTROS

Sábado de la semana V de Cuaresma

«Si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies tos unos a los otros» (Jn, 13, 14). Quiere el Señor que los discípulos imiten su ejemplo, pues dice: «Si yo», que soy mayor, porque soy maestro y Señor, os he lavado los pies, también vosotros, con más motivo, que sois menores, que sois discípulos y siervos, «debéis lavaras los pies los unos a los otros».



40- UTILIDAD EJEMPLAR DE LA PASIÓN DE CRISTO

Domingo de Ramos

La Pasión de Cristo es suficiente para informar totalmente nuestra vida. Pues quien desea vivir con perfección, no debe hacer otra cosa que despreciar lo que Cristo despreció en la cruz, y desear lo que Cristo deseó. Ningún ejemplo de virtud está ausente de la cruz.


41- NECESIDAD DE LA PERFECTA PURIFICACIÓN

Lunes Santo

«Si no te lavare, no tendrás parte conmigo» (Jn 13, 8). Nadie puede llegar a participar de la herencia eterna y ser coheredero de Cristo, si no está purificado espiritualmente, pues se dice en la Escritura: «No entrará ninguna cosa contaminada» (Ap 21, 27).



42- PREPARACIÓN DE CRISTO AL LAVATORIO DE LOS PIES

Martes Santo

«Se levanta de la cena, y se quita sus vestiduras; y tomando una toalla, se la ciñó» (Jn 13, 4).

Cristo se muestra servidor por amor a la humildad, conforme a aquello de San Mateo: «El; Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en redención por muchos» (20, 28).



43- TRES CONSIDERACIONES MÍSTICAS EN TORNO AL LAVATORIO DE LOS PIES

Miércoles Santo

Porque nuestras penas y penitencias no serían suficientes, si no estuvieran cimentadas en los merecimientos y en la virtud de la Pasión de Cristo. Lo cual se simboliza por aquello de haber limpiado los pies de los discípulos con la toalla, es decir, con el lienzo de su cuerpo.



44- LA CENA DEL SEÑOR

Jueves Santo

Porque entre los sacrificios nada puede ser mayor que el cuerpo y la sangre de Cristo, ni más poderoso que esta oblación, por eso, para que fuese tenida en mayor veneración, el Señor

instituyó este sacramento la víspera de separarse de sus discípulos.



45- MUERTE DE CRISTO

Viernes Santo

Dice San Agustín: «Admirémonos, congratulémonos, alegrémonos, amemos, alabemos, adoremos, porque por la muerte de nuestro Redentor hemos sido llamados de las tinieblas a la luz, de la muerte a la vida, del destierro a la patria, del llanto al gozo».



46- UTILIDAD DEL DESCENDIMIENTO DE CRISTO A LOS INFIERNOS

Sábado Santo

Cristo padeció por los pecadores y bajó a los infiernos, no libró, sin embargo, a todos, sino únicamente a los que estaban sin pecado mortal; pero dejó allí a los que habían muerto en pecado mortal. Por consiguiente, ninguno que baje allí con pecado mortal, espere perdón; sino que estará en el infierno el tiempo que los santos Padres estarán en el paraíso, o sea, eternamente.




47- NECESIDAD DE LA RESURRECCIÓN DE CRISTO

Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor

Fue necesario que Cristo resucitase para instrucción de nuestra fe; porque por su resurrección fue confirmada nuestra fe en la divinidad de Cristo, como dice el Apóstol: «Si Cristo no resucitó, luego vana es nuestra predicación, y también es vana nuestra fe» (1 Cor 15, 14).