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domingo, 12 de enero de 2025

LA IGLESIA CELEBRA HOY EL BAUTISMO DEL SEÑOR Y CON ELLO CONCLUYE EL TIEMPO DE NAVIDAD

 



La Iglesia celebra hoy el Bautismo del Señor y con ello concluye el Tiempo de Navidad

ACI Prensa - 12 de enero de 2025



Con el Bautismo del Señor concluye el Tiempo de Navidad. La Iglesia nos invita a contemplar nuevamente a Jesús, pero en una segunda “epifanía” (manifestación) de sí mismo: como Segunda Persona de la Santísima Trinidad. Así lo corrobora el relato del Evangelio según San Mateo:

«En aquel tiempo, Jesús llegó de Galilea al río Jordán y le pidió a Juan que lo bautizara. Pero Juan se resistía, diciendo: “Yo soy quien debe ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a que yo te bautice?” Jesús le respondió: “Haz ahora lo que te digo, porque es necesario que así cumplamos todo lo que Dios quiere”. Entonces Juan accedió a bautizarlo. Al salir Jesús del agua, una vez bautizado, se le abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios, que descendía sobre él en forma de paloma y oyó una voz que decía desde el cielo: “Éste es mi Hijo muy amado, en quien tengo mis complacencias”» (Mt 3, 13-17).


Agua que purifica realmente

Jesús, Dios y hombre sin mancha, es bautizado por Juan. ¿Por qué es esto, si en Él no hay pecado? La pregunta roza el misterio: a través de un signo sensible, Jesús, con su Bautismo, le está abriendo la puerta de la salvación a todo el género humano. Nuestra naturaleza dañada por el pecado original queda restituida por el agua bautismal.

En el siglo V, San Máximo de Turín, haciendo referencia a esa agua del Bautismo del Señor, señalaba lo siguiente: “Cuando se lava el Salvador, se purifica toda el agua necesaria para nuestro bautismo y queda limpia la fuente, para que pueda luego administrarse a los pueblos que habían de venir a la gracia de aquel baño”.

Es decir, Cristo es la fuente de toda pureza y si Él no nos lava, el pecado mantendrá su dominio sobre nosotros. Las aguas del Bautismo tienen un profundo significado: una vida nueva y la libertad auténtica.


Dios, Uno y Trino, se acerca a nosotros para darnos ‘vida en abundancia’

San Gregorio Nacianceno, Padre de la Iglesia del siglo IV, enseñaba: “Juan está bautizando y Cristo se acerca, tal vez para santificar al mismo por quien va a ser bautizado y, sin duda, para sepultar en las aguas a todo el viejo Adán, santificando el Jordán antes de nosotros y por nuestra causa; y así, el Señor, que era espíritu y carne, nos consagra mediante el Espíritu y el agua”.

El Bautismo es el sacramento que nos renueva completamente, al punto de que es “un nuevo nacimiento”, pero para la vida de la Gracia, que es la más plena. La fuerza de este sacramento es incalculable:

“También el Espíritu da testimonio de la divinidad, acudiendo en favor de quien es su semejante; y la voz desciende del cielo, pues del cielo procede precisamente Aquel de quien se daba testimonio”, concluye San Gregorio. 

PAPA FRANCISCO: EN LA FIESTA DEL BAUTISMO DEL SEÑOR CONTEMPLAMOS EL ROSTRO Y LA VOZ DE DIOS

 


Papa Francisco: En la fiesta del Bautismo del Señor contemplamos el rostro y la voz de Dios
Por Eduardo Berdejo
12 de enero de 2025



En sus palabras previas al rezo del Ángelus dominical, el Papa Francisco reflexionó sobre el bautismo de Jesús en el río Jordán, un evento en el que “tiene lugar la Epifanía de Dios, que revela su rostro en el Hijo y hace escuchar su voz”.

Ante los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el Pontífice dijo que la fiesta del Bautismo de Jesús, que la Iglesia Católica celebra este 12 de enero, “nos hace pensar en muchas cosas, también en nuestro bautismo”.

“Jesús se une a su pueblo, que va a recibir el bautismo para el perdón de los pecados. Me gusta recordar las palabras de un himno de la liturgia de hoy: Jesús va para que Juan le bautice ‘con el alma desnuda y los pies desnudos’”, añadió.

El Papa Francisco explicó que “cuando Jesús recibe el bautismo se manifiesta el Espíritu y tiene lugar la Epifanía de Dios, que revela su rostro en el Hijo y hace escuchar su voz que dice: ‘Tú eres mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección’. El rostro y la voz”.

El Pontífice dijo que al “revelarse el Padre a través del Hijo, Dios establece un lugar privilegiado para entrar en diálogo y en comunión con la humanidad. Es el rostro del Hijo amado”.

“En segundo lugar —añadió—la voz: ‘Tú eres mi Hijo muy querido’. Este es otro signo que acompaña la revelación de Jesús”.

En ese sentido, el Papa reiteró que la fiesta que la Iglesia celebra hoy “nos hace contemplar el rostro y la voz de Dios, que se manifiestan en la humanidad de Jesús”. “Y entonces preguntémonos: ¿nos sentimos amados? ¿Yo me siento amado y acompañado por Dios o pienso que Dios está distante de mí? ¿Somos capaces de reconocer su rostro en Jesús y en los hermanos? ¿Y estamos acostumbrados a escuchar su voz?”.

Luego, invitó a preguntarse: “¿Cada uno de nosotros recuerda la fecha de su bautizo? ¡Esto es muy importante! Piensa: ¿en qué día fui bautizado o bautizada?”.

“Y si no lo recordamos, al llegar a casa, preguntamos a los padres, a los padrinos la fecha del bautizo. Y celebramos en esa fecha como un nuevo cumpleaños: la del nacimiento en el Espíritu de Dios. ¡No lo olvidéis! Este es un trabajo para hacer en casa: la fecha de mi bautizo”, expresó.

Luego del rezo de la oración mariana, el Papa Francisco expresó nuevamente su cercanía a las personas afectadas por los incendios en California.

Además, pidió oraciones por los niños bautizados esta mañana en la Capilla Sixtina y destacó la beatificación del sacerdote Giovanni Merlini, de los Misioneros de la Preciosísima Sangre, que tuvo lugar hoy en Basílica de San Juan de Letrán.


Finalmente, pidió por la paz “en Ucrania, en Oriente Medio y en todo el mundo”. “No olvidemos que la guerra es siempre una derrota”, reiteró.