domingo, 26 de noviembre de 2023

DÉJAME SER



DÉJAME SER...


Déjame ser tu pequeño niño

abrazarme a tu tiempo de amor.

Déjame serlo en tu Corazón

perdiéndome para encontrarte

a Ti, mi Mendigo de amor.


Déjame clavar en tus ojos

mi sed de ser amado

y saciar en tu mirada

lo que inquieta y desborda

con mil preguntas

en mi corazón.


Déjame ser tu pequeño niño

que aún sin palabras

te busca sin dar

pasos errantes y tropezar

mil veces hasta querer llegar a Ti.


Déjame ser tu niño

tu pequeño retoño

Déjame ser así de pequeño...

abrirme a tu gracia

y decir como Maria:

"Hágase en mi" según tu deseos

de amor.

Ven a hacer de mí un Sagrario. ..

aunque pequeño,

tu Sagrario de amor. 

miércoles, 1 de noviembre de 2023

IMÁGENES DE LOS SACRAMENTALES - EXPLICACIÓN










 

ORACIONES DE PROTECCIÓN EN LATÍN


 

“Santo, Santo, Santo,
Señor Dios de los ejércitos.
El cielo y la tierra están llenos de tu gloria.
¡Hosanna! en las alturas.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
¡Hosanna! en las alturas.”


Padre nuestro que estás en el cielo,

santificado sea tu Nombre;

venga a nosotros tu Reino;

hágase tu voluntad

en la tierra como en el cielo.

Danos hoy

nuestro pan de cada día;

perdona nuestras ofensas,

como también nosotros perdonamos

a los que nos ofenden;

no nos dejes caer en la tentación,

y líbranos del mal. Amén.



Dios te salve, María,

llena eres de gracia;

el Señor es contigo.

Bendita Tú eres

entre todas las mujeres,

y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios,

ruega por nosotros, pecadores,

ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén 




San Miguel Arcángel,

defiéndenos en la batalla.

Sé nuestro amparo

contra las perversidad y asechanzas

del demonio.

Reprímale Dios, pedimos suplicantes,

y tu príncipe de la milicia celestial

arroja al infierno con el divino poder

a Satanás y a los otros espíritus malignos

que andan dispersos por el mundo

para la perdición de las almas.

Amén. 



“Alma de Cristo, santifícame.

Cuerpo de Cristo, sálvame.

Sangre de Cristo, embriágame.

Agua del costado de Cristo, lávame.

Pasión de Cristo, confórtame.

¡Oh, buen Jesús, óyeme!

Dentro de tus llagas, escóndeme.

No permitas que me aparte de ti.

Del enemigo maligno, defiéndeme.

En la hora de mi muerte, llámame

y mándame ir a ti,

para que con tus santos te alabe,

por los siglos de los siglos.

Amén.”