Los cinco minutos de María
Marzo 18
Doble es la vertiente que tiene la invocación con la que acudimos a María al llamarla “Reina de la paz”.
La paz, como el amor, es un fruto de nuestra unión con Dios. Si San Juan definió a Dios diciendo: “Dios es amor”, también podríamos definirlo así: “Dios es la paz”.
La Virgen María es la Reina de la paz, como es la Madre del amor; ella construye la paz en los hogares que la invocan y por ella la sociedad llegará a una paz duradera, porque ella fundamenta la paz en el amor, que es lo único que posibilita la permanencia de la paz.
Reina y Madre de la paz, concédenos cultivar la justicia según el Evangelio y recoger el fruto de la paz.
* P. Alfonso Milagro